miércoles, 15 de octubre de 2008

El Ocaso en tus Ojos

Tras el horizonte de tus ojos se esconde el sol de los míos, ahora, la luz de luna de tu semblante, teje, peligrosamente, lo que puede ser la perdición o redención de un alma condenada a admirar y venerar el día que vio salir la luz de tus ojos. Ahora las estrellas, testigos eternos del pasar de los días, brillan con un deseo apasionado, buscando la eterna flama del alma, el eterno clamor del corazón enamorado, el intenso mirar, el demente sentir, el doloroso amor del que soy amo y señor, del que poseo total propiedad y nulo control…y así se entremezclan las sensaciones dentro de un vaivén de amor-dolor… dueña y señora de mis actos, guía e ilumina mi camino, que el amor que siento, podría cegar, con un pusilánime destello, al más racional de los seres y siendo que yo no soy, no fui, ni seré el más racional de los hombres, me volví loco desde el momento en que te volví a ver, cuando mis ojos fueron testigos del ocaso de los tuyos, caí, rendido y sin fuerzas… trato y trato, pero no puedo volver …y así termina mi día…en un cerrar de tus ojos.

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